MARÍA, se se puso en camino, llevando en su vientre a JESÚS, para ayudar, cuidar y servir a su prima Isabel. Y es que la Visitación no fue un acontecimiento puntual acaecido hace dos mil años. ¡No! Santa María nos visita constantemente. Asunta al Cielo, no está distante de nosotros: sigue cumpliendo la misión maternal que recibió de JESÚS al pie de la Cruz. Está a nuestro lado, como las madres, atenta a nuestras necesidades.
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