“Atrévete…”. Muchas veces los niños “se pican” unos a otros
diciéndose: “¿A qué no te atreves?”. Si la propuesta es tan valiosa como
lanzarse a la misión, merece la pena arriesgarse y dar el salto. Los cristianos
obtenemos el valor necesario para ello apoyándonos en Aquel en quien sabemos
que podemos confiar plenamente: Jesús.
“… a ser misionero”. Esa gran propuesta es también, y en un
lugar destacado, para los más jóvenes . Infancia Misionera va a ayudarles a
descubrir y a vivir —de una manera sencilla, pero concreta, creativa y eficaz—
que ellos son auténticos protagonistas de la misión en su propio ambiente. Y
¿por qué no soñar con ser misioneros algún día, si Dios quiere?
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