Cada 8 de diciembre
la Iglesia celebra la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. El
dogma de fe según el cual la Madre de Jesús fue preservada del pecado desde el
momento de su concepción. Es decir, desde el instante en que comenzó su vida
humana.
A mediados del siglo XIX, el Papa Pío IX, después de recibir
numerosos pedidos de obispos y fieles de todo el mundo, ante más de 200
cardenales, obispos, embajadores y miles de fieles católicos, declaró con su
bula “Ineffabilis Deus”
En una de sus apariciones en Lourdes, la Virgen María se
presentó ante la humilde pastorcita Santa Bernardita Soubirous con estas
palabras: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
Actualmente son miles las iglesias dedicadas a esta
advocación en todo el mundo y millones de fieles le tienen una particular
devoción. La Inmaculada Concepción es patrona de España, es conocida como “La
Purísima”.
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