Este
domingo celebramos el Día de la Iglesia
Diocesana y recordamos que vivimos
nuestra Fe en una parroquia , en la Diócesis de Albacete, con otros cristianos
de todas las edades, y con los sacerdotes y religiosos. Celebramos que tenemos
un sucesor de los Apóstoles, un obispo, don Ciriaco, y que estamos llamados a
experimentar todas estas alegrías nacidas del Bautismo. No vivimos la Fe en
soledad, sino en comunidad junto a otros hermanos nuestros, con nuestro Padre
Dios y nuestra madre la Iglesia.
Nos ha
tocado vivir unos tiempos que nos hablan de un mundo muy necesitado de Dios,
muy necesitado de VIDA y muy necesitado de la ALEGRÍA de un DIOS que ama a
todos. Este es el Dios que anuncia la
Iglesia y el Dios en el que creemos, que nos recuerda constamente que tenemos
que amar y ayudar a los demás.
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